(Narra Harry)
Louis y Niall la tenían cogida conmigo y no paraban de
tomarme el pelo todo el rato.
-Annia, ¿puedes pasarme la salsa?- Me decía Niall.
-Annia cariño, acércame el mando de la televisión.
Y vaya que si se lo acerque, le di de pleno en la cabeza.
Después de pasar una semana aguantando a eso dos petardos
pensaba que ya no iba a poder soportarlo más.
El jueves de esa semana vino Paul a anunciarnos que el martes
de la semana que viene One Direction iba a estar en el pre-estreno de un
especie de musical pero solo con baile y el miércoles en el. Automáticamente
pensé en Annia y en la obra que ella iba a protagonizar, pero deseche la idea a
los dos segundos de que pasara por mi mente, ¿cuántas posibilidades de que ese
fuera su espectáculo con lo grande que es Londres? Una entre mil.
-Chicos ese día tenéis que ir bien vestidos-nos decía Paul-,
de etiqueta a ser posible.
Así que ahí estaba yo, martes, siete de la tarde y acabando
de abrochar una camisa blanca. Le fiesta del estreno no empezaba hasta las
21:30 así que íbamos bastante bien de tiempo.
-Todavía no entiendo porque One Direction tiene que estar en
el pre-estreno de este musical- dijo Zayn mientras se peleaba con el nudo de su
corbata-¿no se supone que tendríamos que ir a obras de caridad y esas cosas? No
a ver a cuatro chicas y un tío moviéndose por el escenario. ¡¡ESTOY DE ESTA
CORBATA HASTA LAS NARICES!!-dijo a la vez que la tiraba al suelo.
-Creo que hoy alguien se ha levantado con el pie izquierdo…-Dijo
Louis con la boca pequeña para que Zayn no lo escuchara, pero aun así lo hizo,
no dijo nada pero con la mirada asesina que le echo no hacían falta palabras.
-Bueno yo ya esto-dije mientras me ponía la chaqueta del
traje en un intento de caldear el ambiente- ¿Nos vamos?
-Liam ¿Por qué pediste que el coche viniera a recogernos tan
temprano?- Pregunto Niall- Apenas son las 8, queda una hora y media para que
empiece la fiesta.
-Ya lo se, y reza para que lleguemos a tiempo, pronto sabrás
el porqué-se apresuro a añadir cuando vio que Niall abría la boca para
contestar.
Y tenia razón, a los pocos minutos descubrieron el porqué de
las prisas de Liam, los atascos de Londres a esa hora eran impresionantes. Les
costo casi una hora y cuarto llegar a su destino.
-¿Ves como había que coger temprano el coche?
Nos bajamos del coche y nos encontramos con una larga fila
de paparazzi a la entrada del hotel donde se iba a celebrar la fiesta sacando
fotos a todos lados y a toda la gente que entraba por la alfombra roja. Antes
de que pudiera sonreir para las fotos que sabían que iban a venir un paparazzi
grito “Ya ha llegado One Direction”. Todos los flashes y todas la cámaras se
entraron en nosotros, poco a poco fuimos avanzando por la alfombra hasta llegar
a la entrada, una persona nos acompaño hasta una sala en la parte izquierda de
la recepción del hotel, abrió las puertas y nos invito a entrar.
Nos fue muy fácil encontrar a Paul ya que estaba hablando
con una par de chicas a pocos metros de la entrada.
Zayn, Niall y Liam nos dijeron que se iban a dar una vuelta.
Louis asintió pero yo no me fijaba en nada, solo tenia ojos para una chica
vestida con un vestido negro, palabra de honor y tan largo que llegaba el
suelo, su largo pelo medio rubio medio castaño ya no estaba enganchado en una
coleta como la última vez que lo había visto, ahora estaba enganchado en un
elaborado moño que dejaba sueltos algunos mechones, sus precioso ojos marrones
estaban enmarados por una sobra de ojos oscura y una grandes pestañas y a cada
paso que daba se oia el sonido de sus tacones.
Una señora mayor toco el brazo de la chica con suavidad
mientras esta se dirigía a hablar con unas de las chicas que estaba hablando
con Paul. Espere mientras la señora hablaba con la chica y cuando vi que se
estaban despidiendo me acerque sigilosamente hacia ella.
-¡Ala! Genial-escuche levemente a Louis- otro que me
abandona, tendría que haber traído a Kevin, el fijo que no lo haría.
Pero yo no le prestaba atención a Louis, le prestaba
atención a la chica que milagrosamente todavía estaba de espaldas a mí por lo
que no podía ver que me estaba cercando a ella.
Cuando estuve lo suficientemente cerca agache un poco la
cabeza y le susurre al oído:
-Hola- le dije suavemente- no se si te acordaras pero hace
una semana me dijiste que si nos volvíamos a ver me invitabas a tomar algo y
que me dabas una explicación. Estoy abierto a que hagas las dos cosas, Annia.